jueves, 8 de septiembre de 2011

-Los Números Primos-


La moda no solamente es moda en la ropa, también es moda en los temas científicos. La teoría de Fibonacci volvió a recuperarse como divulgación científica, relacionándolo con el número áureo, conocido como proporción divina o divina proporción.

Actualmente se han puesto de moda los números primos, que están emparentados, al menos en su parte inescrutable, con los anteriormente mencionados. Al igual que se han escrito varios libros científicos de cierta notoriedad y una novela de cierto éxito. 

Mientras tanto, al estudiante de bachillerato que le exigen en los exámenes la explicación de los números primos, siguen sin comprenderlos mientras son estudiantes y cuando dejan de serlo, también.

¿Quién sabe lo que son los números primos?. Preguntó la profesora a las jóvenes alumnas. Una jovencita de ojos risueños, alza el brazo, se yergue de su asiento a la indicación de la autoridad docente. -Los números primos, son aquellos números que son parientes cercanos de otros números. Responde ingenuamente convencida. -¡Fuera de clase¡, le grita señalando la puerta la autoridad docente.

Si se le permite salir de clase porque la respuesta es acertada, y semánticamente lo es, hace bien la mencionada autoridad en hacerlo, ya que no necesita que le expliquen lo que ya sabe. Si la respuesta es matemáticamente incorrecta, no debe permitir la autoridad docente, que la jovencita salga de la clase.

Un profesor explicaba las propiedades del espacio vacío. Un alumno que escuchaba atentamente, pregunta -¿Hay realmente espacio vacío?. -¡Por supuesto¡, responde con científica rotundidad la docente autoridad. -¿Pero Dios no está en todas partes?, vuelve a preguntar el curioso alumno. -¡Fuera de Clase¡, es la respuesta que esta vez obtiene. La culpa la había tenido la autoridad docente de la asignatura anterior, religión, que les había inculcado hasta la saciedad que Dios estaba en todas partes. Si en esa asignatura un alumno hubiese preguntado, ¿Adán y Eva tenían ombligo? Todavía podría entenderse una actitud similar de la autoridad docente, porque para eso es autoridad y hace lo que quiere.

Algo similar ocurrió con aquella religiosa profesora o profesora religiosa, que en lo mismo viene a quedar, al preguntar a sus jovencitas alumnas, señalando la representación de una Virgen con una serpiente debajo de sus pies, despues de haberles hablado largamente sobre el pecado. -¿Alguna de vosotras sabe lo que sucedería si la serpiente tentase a la Virgen?. La respuesta no se hizo esperar de una aventajada niña. -¡Si le muerde el pie, se quedará sin dientes¡. En lugar de ser felicitada, la niña escucha el grito de la autoridad docente. -¡Fuera de clase¡, rematado al pasar cerca de ella, con un fuerte tirón de la bonita coleta que su madre le había hecho en el pelo.

Y es que a pesar de las modas, mientras haya autoridades docentes, hay cosas que no podrán cambiar.

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