lunes, 31 de mayo de 2010

-La Gran Afición-


De siempre creí que la afición de todo español era el fútbol, que lo demás se hacía como algo secundario, como si fuese guata de relleno.

Nunca es tarde en cuanto a salir de errores se trata. He descubierto que el español tiene una afición varias veces superior a la del fútbol, y un descubrimiento de tan gran importancia no debe ocultarse.

Me encontraba en la oficina de correos guardando cola en la ventanilla de sellos. Llega mi turno, pago los sellos, abono el impreso del certificado, lo relleno con lápiz en una mesa cercana y con el certificado cubierto me dirijo a otra ventanilla esperando mi turno en una nueva cola.

Llega mi vez y una señorita con sonrisa maliciosa me remite a otra ventanilla. El impreso no debe cubrirse a lápiz, además las cartas certificadas no se admiten pegadas con celofán, vuelva usted a la ventanilla de sellos a que le pongan lacre en el sobre, me dice. Vuelta a empezar, me sitúo en la cola, llega mi turno y la señorita de la ventanilla me recomienda que espere cinco o diez minutos, la máquina del lacre está fría y debe calentarse. Resignado, discretamente me hago a un lado. En la misma cola, un señor de edad guardaba también su turno, pasa otro señor de edad similar y al parecer amigos, que le comenta, ¿Qué, en la cola?, sí, le responde, ¡la cola, es algo a lo que los españoles somos muy aficionados!.

¡Frase reveladora!, hasta ese momento había creído que el fútbol era nuestra gran afición, los grandes descubrimientos surgen a veces de una frase insignificante.

Recordé entonces, que había guardado cola en el ministerio de hacienda, en la oficina de correos, en el banco, en el autobús, había guardado cola en el metro, en los cines, el fútbol, el teatro, al cubrir la quiniela, en la seguridad social, en la oficina de empleo, en la lotería, en el servicio militar, en las votaciones nacionales y autonómicas, en el supermercado.

Vino a mi mente que también había guardado cola, en la estación de ferrocarril, en los atascos de carretera y sin atascos también ya que los automóviles forman una larga ristra de vehículos semejantes a chorizos.

Comencé a ver colas en cada uno de mis actos y en los actos de los demás. Caí en la cuenta que España estaba a la cola de Europa, si digo que España está a la cabeza de África, mentiría. Un país como el nuestro con tanta afición a la cola no puede estar nunca a la cabeza de nada.

De siempre creí que la afición de todo español era el fútbol, pero habiendo tanta afición a la cola en nuestros actos, he comprobado que, la mitad de nuestra población vive pegada a sí mismos, a la otra mitad restante paulatinamente se les desarrolla un apéndice en su parte posterior vulgarmente conocido con el nombre de rabo o cola.

viernes, 28 de mayo de 2010

-Una Pequeña Lata de Espárragos-


Personalmente, en cuestiones gastronómicas acepto todo. Es esta una afirmación que no todas las personas comparten.

Si dijese, en política lo acepto todo, sería normal que no todas las personas opinasen lo mismo que yo. De ahí que se hayan formado esos dos grandes grupos que intentando imitar en sus diferencias al día y a la noche y emular su pudiesen a la religión cristiana, dividida en Dios y Diablo, siendo uno el bueno y el otro el malo.

La política mundial está dividida en derechas e izquierdas. La división en política es una división ficticia, pues que tan solo los separa el poder y control del estado, poder y control que es alternativo, ahora nosotros, y dentro de cuatro años, vosotros. Es lo que los países civilizados denominan democracia.

En gastronomía, que no es una ciencia rigurosa ni dogmática como la llamada ciencia política, sino más bien un arte, también existen esas dos grandes divisiones; los vegetarianos y los carnívoros.

Un amigo me dijo un día en la tertulia del café, al comentar yo que mis gustos eróticos tenían por exclusiva a la mujer y no a mujer, maticé, sino a la mujer en abstracto, a la mujer universal, por eso habo siempre el amor con la luz apagada, de este modo hago el amor a todas las mujeres del mundo.

Ese es un razonamiento a medias, me respondió, si el mundo se divide en hombre sy mujeres y haces el amor a la mitad de él, pierdes entonces el placer de amar a la otra mitad. Es lo mismo que si fueses solamente vegetariano, o solamente carnívoro. Los partidarios tanto en materia política, como gastronómica o erótica, no saborean el placer de sus contrarios, es más, son encarnizados enemigos naturales.

Ante una lógica tan contundente farfullé como salida fácil y ramplona, ¿y lo del SIDA?, obteniendo por respuesta: ¡no seas majadero!.

Al refrán:

               "De la mar, el mero
               Y de la tierra, el cordero."

Le añadiría, y de los vegetales el espárrago. El espárrago, por aspecto, por presencia, por sabor y por cualidades, es el líder indiscutible de los vegetales.

Tengo un amigo de la infancia que nunca ha comido espárragos, y sin embargo adora hasta tal punto a este vegetal que siempre lleva en el bolsillo de su chaqueta una pequeña lata de espárragos al natural.

Por discreción, nunca le había preguntado el porqué de esa compañía, pero un día, vencido por la curiosidad, pregunté ¿por qué llevas siempre una lata de espárragos en el bolsillo?. Íbamos paseando, se paró, y mirándome fijamente a los ojos me dijo con solemnidad: en la vida de un hombre hay momentos importantes, cruciales, que para resolverlos, éste debe poner lo mejor que de sí tenga. Para esas ocasiones tengo reservada la lata de espárragos. 

Mira añadió, cuando intentaron obligarme a realizar el servicio militar, fuéa correos y envié a las oficinas de reclutamiento, previo pago del franqueo, una lata de espárragos. Ese mismo día cruzaba la frontera española para dar con mi cuerpo en Europa.

En otra ocasión, tras una estúpida y trivial discusión con una mujer que se había convertido en mi esposa, no se me ocurrió otra forma de liberarme de tal grillete que dirigirme a la despensa, tomar en mis manos una lata de espárragos, y entregársela. Minutos después, en la calle, respiraba profundamente y hasta juraría que me desapareció la jaqueca que había contraído desde el mismo día del casorio.

Desde ese día, llevo por si acaso, constantemente conmigo, y señaló el bolsillo de su americana, esta lata de espárragos. Puedo asegurarte que es un arma de eficaz estratégia y de inmejorable apoyo moral.

En cuestiones gastronómicas acepto todo. Es esta una afirmación que no todas las personas comparten.

Pero lo que si puedo asegurarles, es que ya somos un numeroso grupo los que portamos en alguno de nuestros bolsillos un pequeño bulto que no es ni la petaca, ni la cartera, sino una lata de espárragos al natural.

Sartenes hay de sobra por todo el mundo.

miércoles, 26 de mayo de 2010

-Sobre la Televisión-


Hay críticas de arte, de literatura, de música, de teatro, fútbol, cine… pero las críticas de televisión son inexistentes.

Es curioso comprobar cómo una empresa como la televisión, que funciona al día, tan largo espacio de tiempo, con programas que son de audiencia y vivencia popular y masiva, no tengan críticos de televisión.

Si la radio no hace crítica de TV, los diarios tampoco, tal vez en una competencia sin igual, para comprobar quién se hace mejor el sordo y el ciego. Como mucho, los periódicos se limitan a exponer los programas diarios, pequeña columna en letra pequeña, dedicada a 12 horas de programación. Y no piense el lector que, si los diarios dedican este espacio, es por informar, este espacio es dedicado a la TV tan sólo por número de ventas que ello les reporta.

La radio habla de todo, de ministros, de presidentes, de reyes, faraones, mariscales, emperadores, gobernantes, economías internacionales, habla de todo menos de TV.

Claro que también nadie hace crítica de la prensa y, mucho menos, crítica de la radio. Probablemente, por la firme y arraigada creencia de que los medios de comunicación siempre dicen la verdad de las cosas.

La democracia política de este país, está intentando mejorar la imagen que en el período del General Franco se tenía de los medios de comunicación. Frases como: “No dicen más que mentiras” “Si contaron toda la verdad”, “Sólo dicen aquello que les interesa”…

Parece como si llegasen a un común acuerdo de no hablar de ellos mismos ni para bien ni para mal.

En Nuevas Tentativas escribí sobre la TV. Sí, le dedicaré un espacio que no será, precisamente, para la lista de programación. Haremos crítica de películas, dejando a un lado las estrellitas de Muy Bueno, Super Bueno, Excelente y Mala, porque la mayoría de las veces lo que los diarios califican de Excelente, no pasan de ser un auténtico bodrio.

Pero también escribirá de otros programas, programas que a pesar de estar emitidos en el gobierno democrático, en nada o en muy poco han variado de los programas de épocas anteriores.

A todo se llegará, y de todo escribiré, y no vayamos a creer que no hay de qué hablar, hay y mucho, ya desvelaremos la ideología de algunos programas y de ciertas películas también. Analizaré el lenguaje de las noticias y la manera de informar, previniendo con ello de ciertos engaños, de ciertas descaradas sutilezas de nuestros informativos y de nuestra sagrada, intocable y virginal TV.

A lo mejor resulta que no es tan sagrada ni tan virginal como se piensa.

domingo, 23 de mayo de 2010

-La Dote-



Pasó ante mi una joven pareja con un bebé. Su vestimenta rosada me indicó que con los años se convertiría en una hermosa muchacha. La pequeña era risueña como un amanecer primaveral.

Pensé para mis adentros. Una niña, esto significa que los padres han de trabajar doble para financiar su matrimonio con una buena dote.

Además si desean ahorrar lo suficiente y para el bien de su hija, los padres deben ser parcos en sus gastos personales. Es decir beberán el vino sin consumir tapa, el café lo beberán sin consumir bollería, el jamón serrano no será de bellota porque si lo es, el precio se dispara.

Así una larga cadena de pequeñas cosas que nos hacen la vida más frívolamente llevadera.

Lo de la dote pertenece a tiempos pasados, objetarán algunos, esas objeciones no logran ocultar el egoísmo para con sus hijos por un lado y su tacañería por otro. 

Incluso quienes esto objetan, tienen un fuerte tufillo a la derecha más conservadora que cuando les conviene se convierten por momentos en personas tan liberales que rozan la izquierda más progresista. 

He conocido el caso de un amigo que en la pedida de mano y esas formalidades, su padre sacó el tema de la dote de la contrayente. 

Debo decir que la familia de la novia era de arraigada nobleza y de la más vetusta derecha. 

El padre de la novia quiso como se suele decir, hacerse el sueco, respondiendo que esas eran costumbres trasnochadas, anacronismos para los tiempos actuales. 

El padre de mi amigo escuchó impasible, después le espetó a bocajarro. La mujer, de siempre ha aportado su dote económica al contraer matrimonio, a mayor calidad de la muchacha, mayor dote la que aportaba. Aquí no hay anacronismo alguno, la petición de mano es una negociación económica desagradable para nuestros hijos si mezclasen estos asuntos con los amores, por eso la realizamos nosotros, los padres. Además ¿somos de derechas, no es así?. 

-¡Por supuesto! Le respondió con énfasis –el padre de la novia. 

-Pues seamos consecuentemente de derechas, hasta el final, y no  dejemos de serlo cuando ocasionalmente interesa. 

En los matrimonios celebrados por el ritual de la religión católica, el novio depositaba las arras en las manos de la novia que a su vez las deposita en una bandeja que entrega al padrino de boda. 

Las arras actuales representan la antigua compra de la mujer, eufemísticamente representado en el ritual. 

En tiempos muy antiguos a la mujer el hombre la raptaba sin más preámbulos, como atestigua el actual vestigio que tanto gusta a las novias, de que el novio la tome en brazos y cruce el umbral del dormitorio con ella de esa manera. Si en tiempos remotos esto ocurría, en el remoto subconsciente de la mujer no es de extrañar que se encuentre arraigado y oculto el deseo de ser raptada. 

Nosotros que ahora somos civilizados ya no raptamos ni compramos mujeres, porque ellas han perdido gran parte de su valor en el mercado. De ahí que desde hace muchos años sea la mujer quien pague su propia compra. De no hacerlo así, se quedaría para vestir santos. Expresión que hace referencia a la muchacha que no aportaba bienes en la dote, su familia para que no le supusiese una carga la ingresaba en un convento. La casaban con Dios, ya que no había Dios que se casase con ella. 

Ser un caza fortunas, es una alusión al hombre que busca muchacha con buena dote, como igualmente lo es la grosera y poco delicada pero real expresión, dar el braguetazo, aludiendo al varón que matrimonió con rica portadora de dote. 

A los perros de raza y con pedigrí  los ayuntan entre ellos, así la nobleza de su perruna casta no se degenera. 

Con los humanos dotados de riqueza ocurre exactamente igual, sólo que con mas rigor y con un mayor control por parte de la raza familiar y de la económica a la que pertenezcan. 

¡Hasta donde hemos progresado!. La mujer pagando su propia compra para que la retiren del escaparate. 

Mi consejo para la mujer del futuro, es que no pague su propia compra, ni compre a hombre alguno, si el caso se diese que los alquile, es mucho más cómodo y le ira mucho mejor.

jueves, 13 de mayo de 2010

-Sobre la Historia y la Sopa de Letras-


A veces no puedo seguir la biografía de los pueblos, aunque haya puesto todo el empeño en conseguirlo. Es entonces cuando acudo a los libros, a los libros llamados "de historia", que muchos llaman historia científica. Otros afirman que la historia es ciencia y por tanto, sobre lo de científica, también hay quien la denomina ciencia histórica.

Cuando tomo estos libros en mis manos, si antes no era capaz de seguir la trayectoria de la biografía de los pueblos, con estos libros quedo perdido en un mundo del que no sé su ubicación. En otras palabras, me pierdo en un mundo que no existe y lo que es peor que jamás existió. Y sin embargo me pierdo en él.

Cuando ésto me ocurría, trataba al principio de buscar una salida, después a la desesperada, aterrorizado, lo único que buscaba era el punto por el cual había entrado. Todo era imposible, iba sintiendo como las fuerzas me abandonaban, desfallecía de agotamiento, y ya sin desueyo por las carreras que había hecho de un punto a otro, de una página a otra, de capítulo a capítulo, de un libro a otro libro, medio muerto de sed y de hambre, ya que en mis búsquedas por ese mundo, nunca he encontrado más que lagunas de aguas putrefactas y fuentes envenenadas.

Con el alimento tenía menos problema, solía ir bien provisto de alimento espiritual, pero necesitaba comer lo único que podía llevarme a la boca día tras día, era sopa de letras, y qué indigestas eran, qué mal sabor tenían, qué mal preparadas estaban, sosas una veces, espesas las otras. 

Llegué a creer que esa sopa no estaba hecha para comer. ¿Por qué cocinaban entonces esa sopa de letras y en cantidades tan abundantes?, jamás logré saberlo. 

Al final, como los protagonistas de los films americanos, salía con vida de ese mundo que no tiene ubicación. 

Pero, una vez estuve perdido mucho tiempo, y debió ser mucho tiempo porque mi compañera, que no le gusta la historia, fue en mi busqueda. Con su ayuda encontré la salida, con su ayuda logré salvarme, pero además me explicó con un cierto tonillo irónico, dónde se ubicaba ese mundo, en el que tantas veces me había perdido y estado a punto de perecer. 

Me dijo: "Ese mundo de la historia, ni fue, ni es, ni será. El mundo de la historia, ni es presente, ni fue pasado, ni será futuro, y está ubicado en libros escritos por gentes, que al no tener mundo propio, se inventa el de los demás. 

Por otra parte, no te das cuenta, estas gentes que pretenden ser cocineros de la vida, son incapaces de preparar una sabrosa sopa de letras".

-Sobre el Deporte y la Democracia-

En los últimos años, entre los ciudadanos de a pie y de automóviles también, se puso de moda el interés por los deportes.

Aunque el fútbol ya era un deporte de moda en los años en que el general Franco dirigió los destinos de este país, hoy en día ya no es el fútbol el único deporte que tiene millones de seguidores, el baloncesto, el balonmano y hasta el ridículo deporte de darle con un palo a una pelotita y que los ingleses llaman golf, causa furor en nuestro país.

Entre todos los deportes de última novedad, es el tenis el que tiene mayor auge. Al parecer el tenis es más chic.

¿Que hay de malo que un pueblo mantenga joven y flexible su cuerpo por medio del deporte?, se preguntarán muchos de ustedes. De malo nada, todo el principio lo tendría bueno, si no fuese que la moda deportiva actual, consiste en ser pasivos espectadores en lugar de activos participantes.

Los seguidores del deporte, consiguen una papeleta que no es otra cosa que una entrada, penetran en masa anónima en grandes recintos, sentándose apretujados unos al lado de otros en espera de que el juego comience.

Poco después, gritan, aplauden, sus rostros se contraen contrariados, los ojos brillan, y en algunos países, brilla con sus ojos un odio feroz, que se trasluce en peleas, puñetazos, navajas, garrotes y pistoletazos.

Acabado el juego se hablará durante toda la semana de él con pasión. Cuando reflexiono sobre la historia de un país, me asombro por la coincidencia existente entre la pasión por el deporte y por la política. Relación que refleja su mayor coincidencia con los sistemas de gobierno despersonalizadores y masificadores. En estos últimos años, en los ciudadanos de a pie y de automóviles también, se puso de moda el interés por la política. 

¿Y que política está de moda? -¡Cual va a ser!, la democracia. Alguien volvería a preguntarme ¿Que hay de malo que un pueblo desee conseguir sus libertades y conservarlas por medio de la política?. De malo nada, en principio todo lo tendría de bueno, pero la moda en la política actual, consiste en ser pasivos espectadores en lugar de ser activos participantes. 

Todo el mundo sabe que las palabras tienen su raíz a menudo en otros idiomas, la palabra democracia viene del griego Demokratia, demo quiere decir pueblo y crat quiere decir gobierno. La traducción literal de democracia, sería por lo tanto: "gobierno del pueblo". 

Todos ustedes saben que eso es imposible, el pueblo jamás ha gobernado nada y menos todavía a sí mismo.

Sin embargo por extensión, por democracia se entiende modernamente: "Todo sistema de gobierno en que los gobernantes son elegidos por los ciudadanos mediante votación".

Escribir las diferencias existentes entre las antiguas democracias griegas y las modernas democracias actuales, aunque es tema interesante no es materia de este artículo. Baste decir, retomando el hilo, que el ciudadano en un régimen denominado democrático, se agencia una papeleta, se apretuja en una fila con otros ciudadanos igual que él y como anónima masa la introduce en una urna.

Su votación puede verse frustada si aparecen bandas de porra que empiezan a estacazos con el papelante-votante, acabando por romperse las urnas; los ojos entonces brillan, y a veces, demasiadas veces, otras cosas con ellos.

Si todo va bien, se cuentan el número de votos, ello equivale al número de goles en el fútbol, de canasta en balonceso, de hoyos en golf, o de sets en el tenis. El que más votos tenga sale vencedor en la campaña electoral, que en deporte equivaldría al campeonato o la liga. El ciudadano ha elegido a sus gobernantes con solo un gesto, que mano será al fin y al cabo.

Una vez hecho esto, volverá a la pasividad política, ya que hasta dentro de cuatro años no le habrán de pedir que cumpla como buen ciudadano democrata.

Yo que me considero una persona tremendamente individualista, me gusta participar activamente en todo aquello que hago, no soportando que nadie haga las cosas que yo debo hacer. Pienso, mal que les pese a los demócratas-papeletas-votantes, que las democracias actuales son un sistema político demodé. 

¿Que cual es el sistema de gobierno que yo propongo? -muy sencillo, el de la demokratia de la antigua Grecia, que dicho sea de paso, en nada se parece a la democracia actual.

martes, 4 de mayo de 2010

-El Arte del Euro-


He conocido gentes que se dedicaban al arte, que elaboraban obras de arte, que luego exponían en galerías y las vendían. Unos vendían mucho, otros menos y los más nada o muy poco.

He conocido gentes que se dedicaban al arte.

Casi todos ellos, pregonaban a los cuatro vientos como si de gallitos de corral se tratase, “kikiriki”, “soy escultor”, “poeta”, “escritor” o cualquier otro ennoblecido “kikiriki”.


Toda la culpa la tiene el maldito dinero, ¡tengo que vivir! exclaman, ¡sin dinero no puedo hacerlo! Y se ponen a pintar, a escribir, a esculpir, a emborronar, escupir, manchar, rellenar y tocar la flauta, el birimbao y la badana.


Quevedo llamó DON DINERO al vil metal, elevándole así de categoría. Don Francisco vivía en el XVII. Pero hoy, en nuestro tiempo, don tal y don cual somos casi todos, y como casi todos, buscan el dinero como algo indispensable, habría que darle una categoría más elevada sobre todo en lo concerniente a lo espiritual. Yo, aunque sin ser poeta como lo era Quevedo, lo llamo y lo nombro, SAN DINERO.

Sólo tú eres Dios.
Solo tú eres Santo Rey y Señor
Por tu inmensa gloria
Te alabamos, te bendecimos.
Te glorificamos, te damos gracias,
¡Oh, Señor Rey Celestial del Universo!

Y por todo ello los artistas, pintureros, escultureros, escribidores, poemeros y templadores de gaitas, ponen todo su ahínco en fabricar cuadros, poemas, libros e interpretaciones musicales, con el fin de adquirir algo de Santidad, con el propósito de ser más Santos.

Reconocer a un Santo varón artista es facilísimo, su cara es el espejo del alma, su cara está ennoblecida, la Santidad le cae bien, le presta, sobre ellos, sobre su cabeza, está situada una aureola dorada. Sus ojos redondos, su boca redonda, sus carrillos redondeados.
Su cara se me figura toda ella redonda adquiriendo, poco a poco, forma de peseta y llegado un momento, no sé ya quién es quien. Sí, amigos míos, he conocido gentes que se dedicaban al arte y a pesar de no tener euros, esos insolventes, seguían teniendo esa cara.