sábado, 23 de octubre de 2010

-Que Viene el Papa-


Pocas personas saben lo que era la Santa Inquisición, sólo algunas de esas pocas personas conocen los métodos de tortura, métodos de interrogatorio y muerte que estos santos inquisidores aplicaban. El servicio de inteligencia de esta santa institución católica, era en su tiempo, hasta casi llegado el siglo XX, el mejor y más extendido en el mundo. Religiosos católicos de todo tipo, sexo y pelaje, los hay en todos los países, los afiliados a esta religión se cuentan por millones por todas las naciones. He aquí un servicio de inteligencia que para si querrían Rusia, China, Israel, USA o Inglaterra.

El Vaticano, sede central del catolicismo, es una pequeña ciudad, pero es una ciudad estado independiente, es decir, es la nación Vaticana, desde la cual se organiza y se rigen las vidas de sus creyentes por medio de sus funcionarios, que son sus religiosos profesionales. Antiguamente, los Papas tenían el poder espiritual sobre todos los ciudadanos sin excepción alguna, tenían también el poder temporal sobre todos los reyes sin excepción. Es lo que los muchachos estudian en el bachillerato como CESAROPAPISMO, y que nadie les explica lo que en realidad era y actualmente es.

Si un monarca o emperador no satisfacía la política del papa, monarca de monarcas, emperador de emperadores, lo excomulgaba. Con esta orden lo arrojaba fuera del seno de la iglesia católica, aplicando su poder espiritual. Hasta aquí, podría pensarse, al rey que fuere le importaba un rábano, y si quieren una media docena de repollos con dos lechugas, que lo excomulgasen o no. Pero lo espiritual va muy unido a lo material, y si al rey lo excomulgaban, los otros nobles que deseaban serlo, se unían, y formaban un ejército superior, lo vencían, y católicamente le cortaban la cabeza a él y a toda su familia para que no hubiese posible descendencia, y a rey católicamente asesinado, nuevo rey católicamente entronado.

Esto no es otra cosa que el CESAROPAPISMO, el Santo Padre era el rey de reyes. Pero Napoleón Bonaparte cuando se coronó emperador, el papa quiso ponerle la corona en su cabeza, Napoleón se la arrebató y se la puso el mismo y así mismo. Diciéndole de mirada y obra “no me vengas con coñas que te pongo entre rejas a ti y a todos los hombres que visten con faldas”. El cuadro de la coronación del pintor David, así lo muestra.

Es cierto que los últimos años de la inquisición ya no se aplicaba la pena de muerte pública, quemando vivas a las personas, tampoco se las asesinaba públicamente en el buey, que consistía en introducir a la víctima en una especie de buey de hierro, al plantarle fuego lo asaban vivo, y sus alaridos producían mugidos que recordaban a los del buey. Tampoco acañavereaban a los condenados, que consistían en dispararles católicamente flechas de caña al cuerpo, con el propósito de hacer más lenta su agónica muerte, que si fuesen de hierro. Es cierto que ya no hacían esto los últimos años.

San Sebastián hay uno, quizás en representación de los que los Santos inquisidores hicieron por miles, eso sí católicamente y por la fe.

La Santa inquisición se abolió hace poco más de cien años, tomando el nombre o camuflándose eufemísticamente bajo el nombre de Santa Congregación para la Fe. Bien, el director en jefe de este Santo Tribunal de la fe, auténtico servicio de inteligencia y espionaje del estado vaticano, no era otro que el actual Santo padre Benedicto XVI.

¡QUE VIENE EL PAPA!

Vai velo ti, que a min dame a risa

Vete a verlo tú que a mí me da la risa

Go and see him, he make me laugh....

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