jueves, 23 de septiembre de 2010

-¿Las Consecuencias de la Prohibición?-


Se han prohibido las corridas de toros en Cataluña. A los psicoanalistas bovinos tan pronto como entre en vigor la citada prohibición, acudirán manadas de vacas que padecerán de histéricos desvaríos, que seguramente adquirirán las dimensiones de pandemia. He aquí otra vez el mal de las vacas locas, pero esta vez con el agravante de que como la afección es mental, se trasmitirá imperceptiblemente a los consumidores de su carne.

Un paulatino, pero creciente histerismo sexual se manifestará en la mujer, en el hombre, inapetencia y desvío orientativo natural en lo que corresponde al mismo tema.

¿A los toros que les ocurrirá?, se preguntarán, a los toros que iban de tan toros, presumiendo orgullosamente de su nacional cornamenta, se quedarán únicamente con lo que orgullosamente presumían retirándoseles lo que por nacimiento eran.

Cuando Freud originó el incomprendido escándalo con sus teorías sobre la sexualidad y la libido, entre sus colegas de profesión, sobre todo cuando explicó, que desde el momento de su nacimiento los niños obtendrían placer con la caricia y que esto estaba relacionado con la libido. La burguesía estrecha, casada por conveniencia económica, bramó al verse descubierta su reprimida y absurda alma.

Nos movemos entre dos polos opuestos, el placer y el displacer, evidentemente buscamos el placer, cuando en su lugar encontramos el displacer esto nos contraría y traumatiza, con frecuencia de forma irreversible cuando participamos voluntariamente e inducidos por una disciplinada moral. Freud llevó a la psicología este descubrimiento, relacionando con él gran parte de las afecciones mentales. El refranero popular, heredero de la experiencia y la reflexión, cuando no viene de lugares espurios como las tertulias de académicos, se refería a esto mismo, muchísimo antes que el profesor vienés, con expresiones revestidas de un tinte algo soez, pero no por ello menos cierto: “Es una mal follá”, “Tiene necesidad de que la cubran“, y otras similares expresiones.

Como este mal se encuentra muy extendido entre los animales humanos, los médicos, psiquiatras y neurólogos, recetan drogas a sus pacientes para tranquilizarlos, para el insomnio, para la histeria, la depresión, neurosis, brotes psicóticos, o simplemente alteración nerviosa. Los farmacéuticos expenden estas drogas en cantidades muy superiores a cualquier otro médicamente, cerrándose el circuito económico por un lado y el de la tranquilidad social y política por el otro.

El hombre español, el macho hispánico, orgullo nacional con su enseña “siete sin sacar”. Aquél que presumía de sus tres leyes por las que regía su vida, “Soy el que mejor conduce, el que mejor juega a las cartas y el que mejor folla”. Quedarán reducidos a dos, los que antes eran sus tres atributos.

Me viene a la memoria, lo escuchado en un viaje en tren de cercanías, uno de los pasajeros tenía una buena mancha en la pierna del pantalón y otro pasajero que estaba a su lado, le pregunta, -¿Ha sido una corrida?, a lo que el otro le respondió, -¡Ah, no!, fue una novillada.

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