sábado, 4 de junio de 2011

-La Sociedad del Deporte.


En algún momento de la humanidad, ésta se jerarquizó y dividió sus funciones, las funciones de mayor relevancia, aquellos puestos decisorios y de mayor importancia fueron ocupados no por los más aptos sino por los más astutos y por los más fuertes. La astucia se apoyó en la fuerza y la fuerza se apoyó en la astucia.

Nuestro antepasado con mentalidad de astuto comerciante, pronto se erigió en sacerdote, intermediario entre los Dioses y el hombre. Se erigió en un poder real, al que se acudía pidiendo el favor de las fuerzas ocultas, se erigió en casta y su poder se hizo político.

Dictaron leyes y reglamentaron la sociedad, no según los conocimientos de los hombres y su experiencia sino según sus propios intereses.

-INTERVIENE LA FUERZA-

Su poder era real y efectivo, pero, los habitantes podían rebelarse contra esa tiranía, en ese punto es cuando interviene la fuerza, los hombres fuertes, los hábiles en la lucha, los que levantan y lanzan piedras más grandes, los más certeros con dardos, los más veloces en la carrera.

Si la astucia ocupó los puestos de ideología, si se ocupó de la religión, la industria y la política, la fuerza le sirvió de apoyo para vigilar y mantener este orden de imposición y barbarie. Quien  mejor que un deportista sin imaginación y sin inteligencia, diestro en el manejo de las armas y la lucha, para dar muerte o disuadir del intento de rebelión a un hombre que quisiese liberar a su pueblo y liberarse a sí mismo de la tiranía.

Los profesores de gimnasia de los colegios, los monitores deportivos, toman el ejercicio como algo pesado, carente de juego, ilusión y alegría.

Todos ellos, toman el ejercicio como una especialización muscular para un determinado deporte, para una determinada competición, para una determinada prueba atlética.

Hay que ser el mejor, nadie debe ganarnos, la victoria debe ser nuestra, nuestro será el trofeo, la afición está detrás, el club también. Como también está detrás, el dinero, el orgullo de la directiva, la política de la ciudad y la política y orgullo de la nación.

El ejercicio es un fin en sí mismo, es una actividad física que conlleva el aspecto lúdico del juego. ¿Qué diferencia con el deporte?. Tampoco en el ejercicio hay competencia, victorias y derrotas, ganadores y perdedores tan sólo hay cuerpos que pretenden mantenerse sanamente en forma, para aumentar las resistencias vitales, para eliminar energías físicas sobrantes para equilibrar las mentes liberando ciertas cargas acumuladas.

Para el ejercicio no hay limitaciones como las tiene el deporte. El que practique ejercicio puede dar un paseo, caminar a través del monte, llegar al cabo de dos o tres horas a una ladea con hambre y sed por la caminata, y dirigiéndose a la tasca del lugar beber un vaso de vino, con un buen trozo de queso y mientras eso hace echa una parrafada con los paisanos que allí se encuentran.

El paseante solitario observa más detenidamente la naturaleza y el medio que la rodea, se fija en aspectos que antes nunca se había fijado y sobre todo puede reflexionar sobre sí mismo, sobre sus actos y sobre los demás. Puede elegir bordear la costa, la playa, seguir el cauce de un río, caminar por los campos o subir a los montes.

Si es un grupo y en compañía todo puede ser más agradable, la presencia masculina es placentera a la mujer así como la presencia de la mujer es placentera al hombre.

El caminar, la charla, la broma, los juegos, las canciones, el correr por los prados unos tras otros, el bañarse desnudos en un pequeño y frío riachuelo, el descansar y compartir alegremente la comida y la bebida, todo esto es el ejercicio.

-LA PARTE LÚDICA-

Todo esto lleva a mantener un cuerpo fuerte, sano y bien formado, sin adquirir tejidos adiposos indeseables, contribuyendo a hacer más ágiles y elásticos los cuerpos, y espiritualmente ¿cómo se habrá pasado el día? Acaso no habrá sido enriquecedor. ¿no habrá anécdotas que contar a nuestros amigos?.

¿Qué diferencia con el deporte? mientras uno es aburrido el otro es divertido, mientras uno es competencia el otro es ayuda mutua, mientras uno es violencia encubierta, el otro es solidaridad, mientras uno es juego con normas y leyes fijas el otro sólo tiene por límite el placer y la imaginación.

La lluvia y el frío tampoco son un inconveniente insalvable y aunque parezca mentira tienen un gran encanto, tan sólo se trata de adaptarse a esta época de la naturaleza de la misma manera que nos adaptamos a la primavera o al verano.

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